Ya me hizo una cartera de un mahón que reciclamos para ello. También le hizo un sombrero a su papá y a su hermano más pequeño (el que aparece en la foto de bienvenida, entrada anterior a esta). Hizo un cubre celular en canvas para nuestra amiga Myrna y otro para mí. Es increíble como los niños despiertan motivaciones en determinados momentos. Muchas veces pasamos por alto estos momentos, pero definitivamente es muy valioso sacar espacio para vivir y disfrutar estas experiencias tan enriquecedoras tanto para nuestros hijos como para nosotros los padres.
Un día como hoy lo solía pasar de tienda en tienda, desesperada por que no se me quedara nada sin comprar... pero, ¿saben qué? Ahora nada me motiva más que disfrutar las hazañas de mis hijos. Esa es una etapa que pasará rápido e indudablemente no volverá. Por eso, a disfrutar de cada segundo en nuestras vidas y de las maravillas de la simpleza voluntaria, tesoros valiosísimos que no existe cifra para poder adjudicarles un precio.
Ahora me dice: ¨Mami, yo quiero hacer velas para veleros y venderlas a la medida... son muy pocos los que se dedican a hacer eso, así que ya tengo mi negocio¨.
Esta es otra de nuestras experiencias de vida, que nutren nuestra Autopista de Aprendizaje por la que vamos conduciendo felices sanamente y en familia.
Linda historia.
ResponderEliminarGracias.
Tengo que felicitarte y a la vez agradecerte que compartas con nosotros tus experiencias. Felicito a José Rafael por retarse a sí mismo y creer en él, y a tí por darle el espacio de aprender. Esta experiencia me ha servido para yo también aprender a no subestimar a mis hijas y disfrutar a plenitud la oportunidad de enseñarlas.
ResponderEliminarPues que alegria, camino a la autogestion y la microempresa.
ResponderEliminarSuerte y exito!